El concierto Paz sin fronteras ha logrado reunir a más de un millón de personas en la histórica Plaza de la Revolución. Ni el mismísimo Fidel, figura mayor de la historia cubana y de toda la humanidad, logró nunca aglutinar a tan elevado número de gente en el emblemático lugar. Tampoco el Papa Juan Pablo II, en su peregrinaje del siglo pasado convocó a tal volumen de personas. El mar humano que atiborró el centro de La Habana para disfrutar el concierto ha demostrado que el amor tiene mayor calibre que el rencor. Así ha sido siempre. Seguir leyendo...