BERLÍN.- El reparto tradicional de papeles en la familia parece condenado a la extinción en Alemania, ya que cada vez son más los padres que desearían llevar la casa y tener más tiempo para atender a los hijos y más las madres que ansían trabajar. Así lo demuestra un estudio del instituto de demoscopia Allensbach, por encargo de la ministra de la Familia.
De acuerdo con su análisis, un 65 por ciento de los hombres en edad laboral se quedarían “muy a gusto” en casa.